Realmente el retargeting es una acción de marketing que se puede llevar a cabo en la mayoría de las redes sociales, en AdWords… En esencia, en toda plataforma que permita la publicidad online. Pero hoy queremos centrarnos en el retargeting que podemos hacer, en concreto, en LinkedIn Ads. Porque sí, se puede, y nos abre todo un mundo de posibilidades.
Empecemos por el principio:
El retargeting es una acción de marketing digital que tiene como objetivo alcanzar a usuarios que ya han interactuado previamente con un sitio web.
Seguro que te ha pasado más de una vez y más de dos. Estás mirando un reloj que te encanta en una tienda online, pero no quieres comprarlo en ese momento, así que te vas de ese sitio y sigues navegando. De repente, en un periódico te encuentras con un anuncio del mismo reloj que acabas de ver… ¿Casualidad? No, simplemente retargeting.
El retargeting, como podrás suponer, es una acción MUY interesante. Como decía al inicio, es muy probable que un usuario que ya ha estado en tu web, tenga un interés en lo que ofreces. Si se ha ido sin convertir (comprar, contratar el servicio o, simplemente, ponerse en contacto contigo), a lo mejor es que le faltaba un último empujón. Y, a lo mejor, con tu anuncio consigues dárselo. Suena bien, ¿verdad?
Para que todo funcione, lo primero que hay que hacer es instalar un código de seguimiento en tu sitio web. Sin él es imposible que LinkedIn recoja los datos que necesita para crear tus audiencias de retargeting. Ocurre igual con el resto de plataformas: en Facebook está el Facebook Pixel, en AdWords la etiqueta de Remarketing, etc.
Se trata de una etiqueta (un pequeño trozo de código), que se instala en tu sitio web y que va a ser el encargado de recolectar todos los datos necesarios para tu campaña (conversiones, retargeting y análisis web). Yo te recomiendo dejar la instalación del código en manos de un profesional porque, aunque LinkedIn nos explica cómo hacerlo, es difícil y podemos hacerlo mal, estropeando así nuestra campaña.
Una vez tenemos nuestra etiqueta bien instalada y funcionando, lo que va a hacer LinkedIn es empezar a recoger datos. Estos datos se van a ir sumando a nuestras listas de audiencias para que luego nosotros podamos hacer una segmentación y lanzarles publicidad personalizada.
Me explico mejor. En las campañas de publicidad de LinkedIn una de sus grandes ventajas que siempre hemos comentado es su alta capacidad de segmentación. Es decir, podemos seleccionar a qué tipo de usuarios le van a llegar nuestros anuncios, siempre dentro de la red social, claro. Una de las segmentaciones que podemos hacer es a nuestra audiencia de retargeting. Es decir, aquellos usuarios que ya han pasado previamente por nuestro sitio web.
Pero no solo eso. Es que además, podemos hacer una segmentación muy específica, seleccionando los usuarios que hayan visitado partes CONCRETAS de nuestra web. Por ejemplo, podemos hacer un segmento de usuarios que hayan estado viendo nuestra sección de zapatos, otro para los que están interesados en relojes, otro en las condiciones de compra…
Seguro que ya sabes por dónde voy. Esa segmentación que hemos estado viendo, lo que nos permite es crear anuncios muy enfocados a productos/servicios de nuestra web. Incluso podemos añadir mensajes muy personalizados: «¿Todavía no te has decidido a comprar nuestro X?», «Tenemos nueva colección que aun no conoces, ¿quieres ser de los primeros?». Por ejemplo.
Este tipo de acciones nos ayudan a generar leads y a conseguir ratios de conversión mucho mayores.
LinkedIn, como ya sabrás, es una red social profesional. Un lugar donde las personas acuden con algún tipo de objetivo profesional en mente (encontrar trabajo, conseguir clientes, mejorar su marca personal…). En cualquier caso, no están en modo «compra» y, por tanto, hay que tener mucho cuidado con cómo nos acercamos a nuestro público.
Eso es así siempre que hagamos publicidad en LinkedIn, pero con el retargeting la cosa va un poco más allá. Y es que puede resultar muy molesto si se hace mal. Imagina ahora que has estado en un proveedor de servicios. No te ha gustado lo que ofrecen y sigues con tu búsqueda por otros lados. Sin embargo, no paran de perseguirte a lo largo y ancho de LinkedIn. Molesto, ¿verdad? Ahí lo único que conseguiríamos es un usuario enfadado con nuestra marca.
Hay que ser muy cuidadosos con la frecuencia de publicación de nuestros anuncios de retargeting (que no se muestren 5 veces al día al mismo usuario, por ejemplo). También hay que intentar no asustar a nuestro público. Está bien que sepamos en qué está interesado, pero tampoco hace falta que parezca que le espiamos con una cámara oculta todos sus movimientos.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Has utilizado el retarging alguna vez? ¿Lo harías? Estoy deseando conocer tu opinión y tu experiencia ?
Imagen de cabecera cortesía de Depositphotos
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