Una fundación es una entidad que se encuentra inmersa en el mismo contexto digital en el que se halla cualquier otro tipo de organización. Esto hace que deba saber adaptarse a él si quiere desarrollar su labor, y cumplir eficazmente su misión y sus objetivos.
Esto es especialmente relevante en el ámbito de la comunicación: saber comunicar de manera acorde a los nuevos tiempos (digitales e interconectados); contar lo que hace y cómo lo hace, poniendo así de manifiesto todo el valor que aporta (o puede llegar a aportar) a sus beneficiarios y a la sociedad. LinkedIn, la principal red social profesional, es el gran aliado de cualquier fundación en este cometido.
Por lo general, una fundación ha sido creada con objetivos (fin fundacional, misión, etc) en los que la comunicación, la difusión, la divulgación y la promoción son aspectos esenciales.
Esto es así, por ejemplo, en aquéllas que trabajan en labores de sensibilización a favor de una causa; o las que su objetivo es dar a conocer un legado histórico y cultural; o las que fomentan el conocimiento de alguna rama del saber. Por poner sólo unos ejemplos, ya que son múltiples los ámbitos en los que el sector fundacional está presente.
Pero sea cuál sea el ámbito y la misión de una fundación, la comunicación y difusión son aspectos consustanciales a ella: para cumplir así con su misión y su fin fundacional, como acabamos de comentar; y también para dar a conocer cuáles son las actividades y proyectos que lleva a cabo; o los que tiene previsto desarrollar en un futuro más o menos cercano. Aumentando de esta manera su visibilidad e impacto en la sociedad.
Pero, asimismo, una fundación necesita mostrarse ante sus socios (actuales y potenciales); sus beneficiarios; ante los medios de comunicación; las administraciones públicas; sus donantes y patrocinadores (actuales y potenciales); ante la sociedad. En definitiva, ante todos aquellos sectores que, de una manera u otra, están relacionados con la fundación o pueden llegar a estarlo.
Esta necesidad de “mostrarse” lleva consigo la conveniencia de establecer una comunicación bidireccional y de generar vínculos, como veremos a continuación al hablar de la evolución del sector fundacional.
La crisis económica y el actual contexto económico, han provocado que bastantes fundaciones que antes se nutrían de subvenciones públicas, tengan ahora que tener una actitud más proactiva a la hora de buscar recursos económicos.
Cada fundación es diferente; pero en líneas generales puede decirse que hoy, mucho más que hace unos años, las fuentes de las que obtienen ingresos provienen, entre otras vías, de: cuotas de socios; aportaciones y donaciones (tanto de personas como de organizaciones); patrocinios (fundamentalmente de empresas); convenios; servicios y actividades que lleva a cabo la fundación; campañas y recaudaciones a mayor o menor escala; organización de eventos.
Todo ello en un entorno en el que la fundación ha de demostrar su valía, si quiere aumentar (o mantener) su base de socios y simpatizantes; atraer la atención de potenciales donantes; y convencer a posibles patrocinadores de los beneficios (tangibles y/o intangibles) que le puede reportar “invertir” en ella.
Asimismo, el contexto social ha cambiado. Esto tiene una especial incidencia en el ámbito de la comunicación: ya no basta con informar, ahora hay que dialogar, ilusionar, empatizar, generar vínculos. La sociedad y, sobre todo las generaciones más jóvenes, demandan una relación más bidireccional entre la fundación y sus grupos de interés.
Esta necesidad de no quedarse atrás en un entorno cada vez más interactivo, digital y participativo, está haciendo que el sector fundacional haya empezando a tomarse muy en serio la transformación digital.
En efecto, la transformación digital de una fundación ya no es una opción: es una necesidad. Al menos, si quiere seguir cumpliendo dignamente su misión; conectar con la sociedad; y seguir captando recursos económicos que le permitan desarrollar sus actividades y llevar a cabo las funciones encomendadas por su patronato.
Atrás quedaron los tiempos en los que una fundación sentía incluso “pudor” por dar a conocer todo lo bueno que hacía a favor de la sociedad o de sus beneficiarios directos.
Esto ha dejado de ser así, hasta el punto de que hay quienes afirman que tan importante es hacer las cosas bien, como hacerlas saber.
Hace dos años Javier Nadal, presidente de la Asociación Española de Fundaciones, expresaba esto de una manera muy elocuente: “Apostemos por una buena comunicación que nos conecte con los ciudadanos y con la sensibilidad social. Aprovechemos los nuevos y diferentes recursos que nos aporta la transformación digital”.
Es aquí donde entra en escena LinkedIn, y por qué una fundación debería estar (y saber estar) en esta red social.
En sus primeros años de andadura, se pensaba en LinkedIn sólo como una herramienta para buscar y encontrar empleo.
Posteriormente, esta red social dejó de ser tenida en cuenta únicamente para este cometido, pasando a ser considerada también como el principal escaparate en el que ha de estar todo profesional del siglo XXI. El “escaparate” idóneo para potenciar la marca personal o, sencillamente, el lugar de referencia al que todo el mundo acude para saber más acerca de un profesional.
Poco a poco, las empresas también empezaron a comprender la utilidad de estar en LinkedIn, y fueron sumándose a la que es ya, por méritos propios, la principal red social profesional.
En este vídeo verás cómo una empresa debería estar en LinkedIn (y que no difiere mucho de cómo debería estar una fundación, de lo cual te hablo más adelante en este post):
Así pues, cada vez es más evidente la importancia de LinkedIn tanto para profesionales como para empresas.
Quizás te estés preguntando ahora: y para una fundación, ¿es LinkedIn también tan importante? La respuesta es: ¡rotundamente, SI!
¿Quieres saber por qué? Pues bien, aquí tienes algunas de la las ventajas que le aporta LinkedIn a una fundación:
Pero para que esta red social le aporte a una fundación estas ventajas que acabo de comentarte (y otras más que me haya podido dejar en el tintero), no basta con que esté en ella: ha de saber estar.
A continuación te doy algunas claves para que tu fundación le saque todo el partido a esta red social:
Si quieres usar nuestra infografía, copia el siguiente código y pégalo en tu blog:
Y tú: ¿Formas parte de alguna fundación? ¿Tenéis presencia en LinkedIn, o pensáis tenerla en breve? Me encantará recibir tus comentarios.
Imagen de cabecera cortesía de Depositphotos
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