El perfil de empresa en LinkedIn empieza a ser un elemento indispensable para cualquier negocio que aspire a tener una buena presencia en Internet. Y que desee obtener más ventas, alcanzar mayor visibilidad, y conseguir más notoriedad y reputación. Pero para que esto sea así no basta “cualquier cosa”: has de conseguir atraer a tu público objetivo y serle útil. A continuación te explico cómo crear un gran perfil de empresa en LinkedIn.
Lo primero para tener un buen perfil de empresa en LinkedIn, es crearte una buena página en esta red social.
Para ello, aprovecha y sácale partido a todos los recursos que tienes a tu disposición en una página de empresa. Aquí tienes algunos de los más importantes:
Entre los datos has de incluir están: sector, tamaño de la empresa, dirección, URL del sitio web.
En la descripción tienes hasta un máximo de 2000 caracteres. Cuida muy bien su redacción, ya que es la “tarjeta de presentación” de tu negocio. Destaca su propuesta de valor, escribe de manera atractiva, y no te olvides de incluir tus palabras clave.
No hace falta que te diga la importancia del logotipo. Sube una imagen nítida y de calidad. Se recomienda que su tamaño sea de 300 x 300 px.
Este es uno de los principales recursos visuales que te da LinkedIn para mostrar, de una manera atrayente y de un solo “golpe de vista”, lo más relevante de tu empresa.
Así pues, no lo desaproveches e incluye una imagen o una foto que sea representativa de tu negocio. Sobre ella puedes escribir un texto que la haga más explicativa y le aporte mayor relevancia.
Pero para tener un gran perfil de empresa en LinkedIn no basta sólo con tener una buena página en esta red social. También es necesario que publiques con regularidad, aportando contenido de valor a tu audiencia.
Aquí tienes algunos consejos:
Saber quién es tu público objetivo es básico si quieres dirigir tus esfuerzos y no dispersarte. Así pues, lo primero que has de hacer es tenerlo bien definido.
Una vez que lo tengas delimitado, intenta conocerlo lo mejor posible: cuáles son sus necesidades, sus gustos, preferencias, aspiraciones, expectativas…
Lo anterior te va a servir para publicar contenido que le resulte realmente de utilidad a tu público; ya que le has “estudiado” y sabes qué es lo que le interesa (y lo que no). De esta manera podrás aportarle contenido auténticamente de valor y relevante.
Ten presente además que tu perfil de empresa está en LinkedIn, una red social profesional en la que sus usuarios (entre los cuales, evidentemente, se encuentra tu público objetivo) no acceden a ella para “pasar el rato”; sino que lo hacen para encontrar contenidos que les sean de utilidad (para su negocio o para su carrera profesional).
Si tu perfil de empresa es capaz de proporcionárselos, estás en el camino correcto. En caso contrario, ten por seguro que no cosecharás grandes resultados.
Acabo de comentarte que LinkedIn es una red social profesional. Pero lo profesional no tiene por qué ser aburrido. De hecho, si quieres que tus publicaciones susciten el interés de tu público, no sólo han de ser atrayentes por su contenido; también lo han de ser por la forma en la que las presentas.
Esto incluye la manera en que redactas (ha de ser amena y atrayente) y también los formatos que utilizas. Procura usar (aunque sin abusar) formatos audiovisuales: fotos, imágenes, banners, infografías, vídeos…
Si quieres que tu audiencia le sea fiel a tu perfil de empresa, hace falta reciprocidad; es decir, que tu perfil de empresa también le sea fiel a tu audiencia. Eso significa que te comprometas en serio con ella, lo cual implica (entre otras cosas) que publiques con constancia y regularidad.
Es preferible que publiques pocos contenidos a la semana (o al mes), pero de una manera constante y con regularidad, que tener épocas en las que publiques mucho, seguido de otras en las que no publiques nada.
Lo ideal es que tengas un calendario de publicaciones en el que establezcas qué publicar y cuándo. Esto te ayudará a mantener esa regularidad tan importante en LinkedIn.
Antes te he hablado de la importancia de conocer bien a tu público objetivo, para así poder darle contenidos que le interesen. Pero si quieres que tu perfil de empresa coseche realmente buenos resultados, esto no basta: procura saber también en qué días y horas está conectada tu audiencia a LinkedIn, y es más receptiva a los contenidos que vayas a publicar.
Esto es muy importante, porque tú no publicas por publicar: lo haces para ser leído, e ir creando una comunidad de seguidores alrededor de tu perfil de empresa; una comunidad con la que generar debates y conversaciones, que interaccionen con tus publicaciones, las recomienden, comenten o compartan.
Y, para eso, acertar con las horas y días en las que está más receptiva en LinkedIn tu audiencia es algo que te ayudará enormemente.
Acabo de hablarte de ello hace un momento. Pero debido a su relevancia, me gustaría darte algunos consejos para que tu perfil de empresa no sea sólo una página y un conjunto de publicaciones “perdidas en la inmensidad del océano LinkedIn”; sino que realmente consigas ir generando una comunidad de seguidores fieles y entusiastas; a los que tú les aportes y ellos a ti, estableciendo así una relación win-win mutuamente beneficiosa en la que todos ganáis.
Así pues, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a crear (y dinamizar) una comunidad de seguidores alrededor de tu perfil de empresa en LinkedIn:
Esto está implícito cuando antes te decía que aportes contenido de valor a tu audiencia, pero creo que conviene especificarlo un poco más.
Sólo podrás atraer y fidelizar a tu público, si aportas contenido que les ayude a crecer profesionalmente, les resuelva sus dudas, les inspire, haga crecer sus negocios…
Cada persona que acceda a tu perfil de empresa (y quiera seguir haciéndolo) lo hará por un determinado motivo. Pero te puedo asegurar que si sólo hablas de tu negocio, y de tus productos y servicios, por muy buenos que sean, no conseguirás fidelizar y crear una comunidad de seguidores.
Antes te decía que lo profesional no tiene por qué ser aburrido. Pues bien, tampoco tiene por qué ser frío, impersonal y deshumanizado. Todo lo contrario, más aún en una red social (como al fin y al cabo es LinkedIn). Ten bien presente que lo que publiques, cómo lo publiques, y cómo te comuniques con tu audiencia, ha de tener dosis de humanidad.
Por consiguiente, no te olvides de publicar historias, fotos, vídeos… que contribuyan a humanizar tu empresa, y a ponerle “cara” a las personas que la integran.
Haz que tus contenidos no sólo “toquen” el intelecto, sino también el lado emocional de tu audiencia.
Evidentemente no te estoy diciendo que te pongas “sensiblero”, pero sí que tengas en cuenta que lo emocional (y lo humano) es muy importante en LinkedIn (una red social a la que acceden personas, no máquinas).
No sé si has oído alguna vez la palabra “engagement”. Se trata de conseguir vínculos con tu audiencia; ya que esos vínculos son precisamente los que van a permitirte crear una comunidad; y no sólo crearla, sino mantenerla viva y dinámica.
Para ello:
En definitiva, se trata de que seas consciente de la importancia de las relaciones humanas en tu perfil de empresa, y que emplees tiempo y dedicación en crear, potenciar y dinamizar una comunidad alrededor de dicho perfil.
Háblame ahora de ti: ¿tu negocio ya tiene un perfil de empresa en LinkedIn? Estaré encantada de recibir tus comentarios.
Imagen de cabecera cortesía de Depositphotos
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